James Gunn nos devuelve la fe en Marvel

El cine de superhéroes alcanzó su cima -tanto en términos artísticos como de taquilla- con la Fase 3 de Marvel, que culminaba en Avengers: Endgame y Spider-man: Far From Home. Desde entonces han transcurrido tres largos años y una decepcionante Fase 4 repleta de series de televisión y secuelas poco inspiradas. La fatiga del público empieza a ser palpable. Pero existe un antídoto, y se llama James Gunn. El director y guionista de Misuri (1966) logra en Guardianes de la Galaxia Vol. 3 lo más difícil: superar el listón que él mismo había establecido en las dos primeras entregas. ¿Cómo? Con una suma de aventuras, acción, ciencia ficción, viajes por mundos extraños, alienígenas, un sentido del humor marca de la casa, un uso icónico de la música (de Radiohead a Springsteen), unos diseños visuales apabullantes y, sobre todo, grandes dosis de emoción. De la que nace del cariño hacia sus personajes.
